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“Cada cosa por su nombre, Sr. Quim Monzó”

Opinió Marjorie Machado Rico
Dilluns, 30 abril 2018 21:12

A propósito de su artículo titulado “El nombre de cada cosa” publicado el pasado 25 de abril en La Vanguardia.

Con una retorica un tanto burda para su nivel periodístico, el Sr. Monzó retrata al <> como un <> que se aleja del consumo de carne pero se apodera de sus términos.

En primer lugar, el veganismo es una postura ética y política, reducirlo a una discusión de términos alimentarios es absurdo. Aún así creo necesario hacerle estas aclaraciones.

No consumir carne por motivos éticos no está reñido con que te guste su sabor, su textura, su olor, etc. Basándonos en esto, la búsqueda de alternativas de consumo sin explotación animal nos empuja a la búsqueda de productos con todos los detalles posibles de similitud, excepto uno, la explotación animal. Usar los mismos términos ayuda a esta búsqueda de alternativas y más para personas que están en una fase de acercamiento a la comida vegetal. Si lees en la etiqueta “hamburguesa vegetal” ya sabes que ese producto responderá a la definición estricta de “hamburguesa”, que usted fue tan amable de transcribir de la RAE a su artículo, pero, aquí viene el quid, sin la parte de explotación animal. ¿Lo ve? Sencillo. Así todos nos entendemos. Los códigos están creados desde tiempos inmemorables, y estos mismos van evolucionando y adaptándose a las nuevas sociedades. En este sentido, estará de acuerdo conmigo, la RAE siempre va un pelín más lenta. Ya verá que dentro de no mucho aparecerán segundas definiciones de todos estos productos cárnicos donde se reflejará la opción vegetal. No sufra, que todo llega.

Le aseguro que la búsqueda de una identidad propia para los productos sin explotación animal es un objetivo más que deseable. Ya tenemos algunos, por ejemplo, el seitán. Nos encanta tener nuestros propios términos, somos los primeros en no gustarnos usar los cárnicos. Pero en casi la totalidad de los casos tenemos que explicar que es y cansa. Si dices hamburguesa o queso vegetal, te suelen entender a la primera.

De todas formas, le cojo el testigo y ¡oiga!, ¿por qué no?, ¡vamos a llamar a las cosas por su nombre!

El lugar de nuggets, pollitos triturados vivos y rebozados. En lugar de bistec, trozo de un bebé de vaca. En lugar de cordero lechal… ¡Uy! Este si es su nombre, repito, cordero lechal, lechal de leche, lechal de bebé recién nacido, esto ya lo sabía ¿no? Bueno pues esto sí es llamar a las cosas por su nombre Sr. Monzó.

Marjorie Machado Rico

Marjorie Machado Rico

Activista a Acrítica, Fridas i Tarragona Animal Save
Llicenciada en Química per la URV

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